viernes, 6 de octubre de 2017

Se os llena la boca.

Se os llena la boca de palabras vacías,
de mentiras con piel de verdad que completan vuestro hastío,
de promesas holgadas acariciando vuestros hombros,
de promesas en añicos que se clavan en  los míos.

Se os llena la boca de pensamientos irrelevantes,
y se os olvida después de pronunciar palabra,
que el pensamiento siempre ha de ir delante.

Se os llena la boca de emociones en maremoto,
que luego enseguida tragáis,
para que lo digiera otro. 

Se os llena la boca de espacios y tiempos subjuntivos,
de verborrea insana, banal y pluscuamperfecta,
de silencios gritados, cargados de  imperativos,
que no hacen más que recorrer mis cicatrices.
Cicatrices invisibles tatuadas en pretéritos imperfectos,
cicatrices que ojalá jamás hubiesen sido indicativo,
de volver abrirse incondicionalmente,
en este maldito presente simple.

jueves, 9 de febrero de 2017

Frente a frente en mi ventana.

Hoy te he puesto en mi ventana, justo enfrente de mi escritorio. Detrás de ti, la inmensidad de un cielo, tan inmenso como lo fuiste tú.  Tú, mi mentor, mi guía, mi motivo para haber luchado estos años, mirándome frente a frente cada vez que levantaba la vista de mis apuntes. 

Y una vez me perdía en tu mirada, cargada de emociones y de palabras calladas, no tenía más remedio que seguir para poder poner fin a esta etapa que empezamos juntos. 

Y que por supuesto acabaremos juntos, codo con codo, como en los viejos tiempos. Porque hay muchas más cosas que nos unen y pocas las que nos separan. No hay más distancia que la que nos queramos poner, pero de eso nunca entendimos tú y yo. Y es por eso que una vez más, la distancia jamás será el olvido.

martes, 5 de enero de 2016

Esas maravillosas fechas señaladas...

No me gustan las ilusiones materiales de un día. No me gustan los días señalados en el calendario en los que "hay que" regalar o acordarse de alguien. 

No me gustan los regalos que se compran. Me gustan los momentos que se regalan y se guardan en la memoria para siempre, y no aquello que se guarda en un cajón.

Yo no quiero ilusionarme hoy, quiero ilusionarme todos los días. No quiero alta tecnología, ni la última  moda.

Quiero tranquilidad, paz y sosiego. Quiero que no me falte nadie más de los que me rodean. Quiero rodearme de quién quiero más a menudo y apreciar aquello que tengo cada día.

Quizás suene muy ambicioso, pero a mi me suena a felicidad en estado puro.

Aunque yo ya tengo regalo anticipado, que ni siquiera lo había pedido y vale más que cualquier cosa material. 

A veces cuando pienso lo afortunada que soy, me cuesta creerlo.

Gracias vida por intentar compensar a veces todo lo que me has quitado.

viernes, 24 de octubre de 2014

La distancia no es el olvido.

Hace ya dos años. Y parece que hace tanto tiempo que te fuiste, pero tan poco tiempo que te vi por última vez. Es contradictorio, pero es así. Es contradictorio necesitarte cerca y no poder tenerte. Es contradictorio tenerte siempre presente y no poder abrazarte. Es contradictorio a la vez que frustrante Y a esa frustración la acompaña  el dolor. Ese dolor que hemos inventado para cubrir ausencias. Y es que esa ausencia se agranda día a día, al devolverme a la realidad y hacerme ver que no vas a volver.

Te fuiste sin avisar, asi sin más, sin despedirte. Pero nosotros no queríamos despedirnos, no queríamos ponerle final a algo que no iba a acabar nunca. Porque dos pueden más que uno,  y tú me das las fuerzas que me faltan para sacar todo adelante. Para luchar por todo aquello que te enorgullecía. Para hacer aquello que te dejaste en el tintero.

Yo no sé si estarás orgulloso de mí, pero he de decirte que yo sí lo estaré eternamente de ti, a la vez que agradecida. Por haber tenido esa suerte de haberte tenido cerca 17 años y 361 días.

Por mucho tiempo que pase, los recuerdos siguen aquí conmigo. Porque volvería a perderme en Sevilla buscando la facultad de Medicina escuchando tus quejas porque no sabía indicarte. Porque volvería a las paradas a mitad de camino de cada Viernes para tomarnos un café. Porque si de algo no me olvido es del último abrazo que me diste antes de subirme al autobús ese Domingo.

Tus alumnos te decían ‘maestro’, y en cierto modo has sido un poco maestro de muchos. Nos has enseñado tanto, y tú sin darte cuenta. Y es que no hay nada que me haga sentir más orgullosa que cuando me dicen: ‘Si es que eres igual que tu padre’.

Como tu bien sabías y decías ‘la distancia no es el olvido’. Y qué razón tenías.


sábado, 11 de octubre de 2014

Una más de miedos.

En el momento que van las cosas mínimamente bien, me busco yo los problemas o sino no lo comprendo. Estoy tan cansada de vivir con miedo, de no ser yo y ser un intento burdo de un personaje que no existe. El miedo para ser claros me está quitando lo poco bueno que me va pasando. Y es que cuando pasan cosas sin avisar, cuando llegan personas de verdad, que valen la pena, acabo espantando todo, por el maldito miedo. Cuando hago planes que me ilusionan, acabo por desilusionarme  porque me da miedo que pase algo y se vaya todo al traste. Y es que me da miedo el hecho de escuchar un telefono a deshora. El levantarme y decir 'y si pasa algo?'.Y eso no es vida. Tengo miedo a que pase algo, a que un dia no me levante y no pueda disfrutar de lo poquito que tengo.
Tengo miedo a la represión, a que me denigren por ser algo que yo no he elegido. Tengo miedo de que el miedo no me deje ser feliz nunca. Y me muera con la pena de haber perdido mi vida, de haberme estancado, de no haber disfrutado del momento por pensar en qué pasará después, por anticiparlo todo. 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Se vende, se alquila o quizás se traspase.

El día  que vea tan borroso como para ver la luz blanca en vez de roja. En el que las palabras inexistentes existan. En el que una vacia conversación esté tan llena como una gran superficie en su primer dia de rebajas. El dia en que la injusticia se volatilice y sea justa. El dia en que estar solo no sea triste, y sea la soledad la mejor compañía para una buena fiesta. Cuando los juicios de valor sean autojuicios. El dia en que la vida no sea apariencia, y sea la verdad más grande que haya. El dia en que el cerebro lata en vez del corazón y el corazón piense mejor que el cerebro. Justo en el momento en el que la compasión sea sin pasión. Cuando una lágrima venza a una sonrisa. Y las promesas sean contratos en el que se gana cuando se rompe. Cuando tu vida no necesite de nadie. Cuando la felicidad se consiga en un rasca y gana. El dia que escriba nada de esto, o todo esto, habré perdido la cabeza para siempre

sábado, 17 de mayo de 2014

Cambios y ausencias.

No recuerdo tanto el día que me fui, no tanto, como el que volví. Aunque no se sí se trataba de mí o de otra persona la que volvió.

Recuerdo aquel día como si lo estuviese viviendo ahora mismo, como si lo de alrededor se hubiese quedado un instante congelado y todo pasase ante mis ojos otra vez, todo esto mientras mi corazón se encoge para llorar otra vez junto a mí.

Aquel día, el sitio que conocí no era el mismo, su noche fue la más oscura y larga, y con ellas las siguientes. Su amanecer el más amargo. Su brisa ya no era brisa, era un viento ensordecedor que dolía cuando te tocaba. Llovía más que nunca, una lluvia intensa, como si el agua quisiese borrar todo el dolor de una vida por delante que se apaga.

Esa casa no era igual. Esa ausencia que me atrapaba, que me llenaba, que me dolía, me pesaba en cada paso que daba. Mi mente intentaba autoengañarse, aceptar, creer que nada era verdad, mientras mi corazón volvía a encogerse en mi pecho para que sintiera la realidad.

Toda esa chispa de alegría que me había costado años construir, se la llevó consigo esa ausencia. Esa ausencia que me acompaña día a día, y me recuerda que nada es igual.

Pero a su vez esa ausencia se llena de ti, y me dice que siga, que ponga ese empeño que tú pusiste, para que siga adelante; y que confíe en mí, como tú lo hiciste en todo momento.

Cada vez que vuelvo, vengo con ganas, pero los pocos días que estoy, me lleno de tristeza, por ver tu ausencia, y todo lo demás que ha cambiado.

Yo misma, soy todo lo contrario a lo que era. Esa coraza que se ha creado, no es más que eso, una coraza para que no ocupe lugar el dolor, ese dolor que el ser humano ha inventado para cubrir ausencias.

La dureza de mis palabras hacia muchas personas, no son más que el intento vago de prevenir el dolor que pueda causar una situación más dura de lo habitual, aunque a veces consiguiendo el efecto contrario.


Me fui para volver. Pero cuando volví todo había cambiado, incluso yo.

Visitas